Vitaminas para tiroides

Vitaminas para tiroides

El hipotiroidismo es el trastorno más frecuente de la tiroides y se manifiesta cuando esta glándula no genera suficiente tiroxina. Los síntomas pueden pasar desapercibidos por ser realmente sutiles: cansancio, tristeza, piel seca, caída del pelo, sensibilidad al frío, colesterol alto, incremento de peso o bien dolores musculares. Aquí te enseñamos cuáles son las mejores vitaminas para tiroides.

Otro signo usual son las irregularidades menstruales y también, aun, la retirada del periodo. Lo mejor es que el tratamiento es sencillísimo, puesto que se trata de compensar los niveles de TSH en la sangre tomando pastillas de L-tiroxina y, claro está, regular la nutrición.

La primera cosa que debemos observar es el consumo calorífico, puesto que por norma general se aumenta de peso. Conque las porciones de comida han de ser moderadas y el consumo de grasas, limitado. Eso quiere decir que los comestibles refinados y procesados habrían de ser suprimidos completamente y los azúcares, reducidos al límite. Si bien tal vez lo más esencial sea asegurarnos de que en nuestra dieta no falten los comestibles ricos en yodo, siendo las sales marinas de calidad y las algas, los más convenientes.

Lo idóneo sería tener siempre y en toda circunstancia a mano una sal de algas o bien acompañar todas y cada una de las cocciones de cereales y verduras con un pedazo de alga del tipo kombu o bien wakame. Asimismo podemos adquirirlas en copos y agregarlas a nuestras ensaladas. La pluralidad no importa, pues todas y cada una tienen un genial nivel de yodo, si bien resaltan la kombu y la espirulina.

vitaminas para hipotiroidismo

Tratamiento con vitaminas para tiroides

La avena es otro comestible esencial con vitaminas D y B, puesto que aparte de ser una estupenda fuente de yodo, regula la función hormonal y ayuda a bajar el colesterol. No deben faltar tampoco las frutas, como la pera o bien el plátano; ni las verduras, de manera especial, berros, espinacas y acelgas. En cambio, hay que distanciarse de las crucíferas, que son bociógenas, del mismo modo que el mijo, los piñones y los cacahuetes, si bien cocinados pierden una parte de este efecto.

Fundamental es asimismo prescindir de comestibles que promuevan la pérdida de yodo, como las bebidas excitantes, el alcohol, los quesos o bien derivados animales grasos y cualquier comestible azucarado.

Para el hipertiroidismo

El hipertiroidismo se genera cuando hay una excesiva producción de hormonas tiroideas. Muy frecuentemente, puede estar provocado por capítulos de agobio sicológico, con lo que sería más simple de tratar con una buena nutrición. Los síntomas son absolutamente opuestos a los del hipotiroidismo, exceptuando el cansancio y la irregularidad en el ciclo menstrual. En un caso así, nos encontraremos con una tendencia a perder peso sin motivo, con capítulos de irritabilidad y nerviosismo, palpitaciones y una señal física muy perceptible consistente en tener ojos saltones.

Si sufrimos hipertiroidismo, en el primer puesto de la lista de la adquisición deberíamos poner siempre y en todo momento comestibles ricos en ácido cafeico y clorogénico. Y no hay familia que destaque más en estos componentes que las crucíferas, que tienen la cualidad de reducir la producción de la hormona tiroidea. Le prosiguen de cerca el apio, las calabazas, las zanahorias y los higos que contienen vitamina A.

Otro componente principal es el ácido elágico, que se halla en frutas como la uva o bien la granada y en frutos secos como las nueces o bien las castañas. Y si el mercado lo deja, no hay mejores aliadas contra el hipertiroidismo que las borrajas, ricas en ácido rosmarínico, que podemos comer hervidas cuando llegan los meses del invierno. Asimismo es conveniente agregar a nuestros menús comestibles ricos en litio, sobre todo espárragos, perejil, patatas y melones.

Como se puede suponer, en esta dieta sí tienen mucho estrellato los comestibles bociógenos, mas hay que procurar comerlos crudos, conque en el caso de la soja o bien el mijo, lo mejor es germinarlos. Y un buen suplemento que hay que tomar en consideración es la L-carnitina, puesto que se ha descubierto que es muy eficiente para limitar la actividad de la glándula tiroidea.

Como con el hipotiroidismo, es bueno tener muy presente que tan relevante como lo que comemos es lo que no comemos, de tal modo que mejor no darle espacio a ningún comestible rico en yodo que estimule nuestra ya por sí hiperestimulada producción de tiroxina. De ahí que, no resulta conveniente pasarse con los comestibles precocinados o bien de restaurant, en tanto que en estos es realmente difícil supervisar el género de sal que se emplea y, en consecuencia, sus niveles de yodo.

Hidratar y hacer ejercicio

Tanto si sufrimos hipotiroidismo como hipertiroidismo, un comestible que deberíamos añadir a nuestra nutrición es el rábano negro, puesto que tiene un componente sulfurado llamado “rafanina” que sostiene en equilibrio la producción de tiroxina. Tampoco deben faltar los cereales integrales y suplementos tan valiosos como el germen de trigo, por su enorme aporte de vitamina B.

Para finalizar, en cualquiera de los casos de tiroidismo, es esencial que se tome la suficiente agua para hidratar bien nuestro organismo y lograr con lo que funcione fluidamente. Asimismo es fundamental hacer ejercicio, puesto que el ejercicio físico ayuda a activar el metabolismo. El yoga es una de las actividades más aconsejables, puesto que ciertas posturas son muy ventajosas para activar la tiroides.

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